Seguridad: Ilumina las calles y espacios públicos, lo que ayuda a prevenir el crimen y mejora la seguridad tanto para los peatones como para los conductores. La visibilidad nocturna reduce el riesgo de accidentes y proporciona una sensación de seguridad en el entorno urbano.
Actividades nocturnas: Permite el desarrollo de actividades y eventos en espacios públicos después del atardecer. Esto puede incluir desde eventos culturales y deportivos hasta reuniones sociales y paseos.
Estética y ambiente: Contribuye al aspecto visual de la ciudad, creando un ambiente agradable y atractivo durante la noche. La iluminación adecuada puede realzar la arquitectura y los espacios públicos, mejorando la imagen de la ciudad.
Prevención de vandalismo: La iluminación adecuada puede disuadir el vandalismo y otros comportamientos destructivos, ya que las áreas bien iluminadas son menos propensas a ser objeto de actos de delincuencia.